El nuevo Opel Mokka GS Line llama la atención por su diseño, los vibrantes colores de pintura y un motor turbo que le permite alcanzar los 200 km/h.
Uno de los lanzamientos más destacados en el Salón del Automóvil de Bogotá 2023 es el nuevo Opel Mokka GS Line. Junto con el Corsa, que tristemente no se vende en el país, conforman la oferta de la marca en el segmento B y muestran el lado más juvenil de la marca, ya que combinan un aspecto muy llamativo y futurista con las soluciones tecnológicas más recientes del consorcio Stellantis.
Aunque en nuestro entorno es una referencia totalmente nueva, en realidad se trata de la segunda generación del Mokka, cuyo modelo original era un SUV derivado del primer Chevrolet Trax o Tracker. Dejando de lado la clase de historia, estamos ante uno de los productos más modernos que ofrece la compañía a nivel global y de hecho, fue el primero en lucir el vistoso frontal Opel Vizor.
Es un enorme panel horizontal de color negro, en el cual quedan integrados los faros Eco LED con sus luces diurnas “tipo ala”. Además hace juego con los detalles oscuros de su carrocería, como el acabado bitono con techo en Black Diamond, los rines de 17 pulgadas, los gruesos protectores en la parte baja de la carrocería y los diferentes emblemas. Los stops también son LED.
La casa de Rüsselsheim no duda en reafirmar el look deportivo del Opel Mokka GS Line mediante su su silueta tipo coupé, los cortos voladizos y una doble salida de escape en la parte posterior. Esto configura un B-SUV de 4,15 metros de longitud y una distancia entre ejes de 2,57 metros, montado sobre la plataforma CMP, la misma de los DS 3 y Peugeot 2008 Turbo.
Opel Mokka GS Line, atractivo y bien equipado
Por dentro, el elemento característico es el entorno digital Pure Panel. Se compone de un centro de información al conductor de 10” y una central multimedia de 12 pulgadas, con un sonido de seis parlantes y conexión Apple CarPlay/Android Auto. También hay un volante forrado en cuero, molduras metalizadas, superficies en símil de carbono y sillas tapizadas en tela/gamuza con detalles rojos.
En cuanto a la consola central, tiene un aspecto muy minimalista, pues en lugar de palanca de cambios, hay un selector tipo switch, un botón para los modos de manejo y el freno de parqueo automático, todo esto rodeado por una superficie en piano black. Contrario a lo que su forma sugiere, es más espacioso de lo que podríamos suponer y para completar, hay un baúl con 350 litros de capacidad.
Al revisar el equipamiento, vemos que el Opel Mokka GS Line también trae retrovisor electrocrómico, climatizador automático, puertos USB-C, acceso KeyLess, encendido por botón, cámara de reversa con vista 180°, sensores de parqueo, seis airbags, sistema ABS, anclajes ISOFIX, monitor de presión de las ruedas, asistencia de arranque en pendientes y controles de estabilidad y tracción.
Teniendo en cuenta su precio, es importante notar que viene con algunas ADAS, como luces altas automáticas, asistente de cambio de carril, sensor de punto ciego, alerta de fatiga al conductor y lector de señales de tránsito. Esto resulta crucial para darle la pelea a posibles rivales como Fiat Fastback o Volkswagen Nivus, así como otros SUV que están en el rango de los 120 millones de pesos.
Una opción diferente entre los B-SUV
Para completar el paquete hay frenos de disco en las cuatro ruedas (poco usual en un B-SUV) y el famoso motor turbo de 1,2 litros y tres cilindros, usado en varios modelos de Stellantis. En este caso entrega 130 hp de potencia a 5.500 rpm y un torque de 230 Nm desde 1.750 rpm, gestionados por una caja automática de ocho velocidades y tres modos de manejo: Eco, Normal y Sport.
Según la propia marca, acelera de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos y la velocidad máxima es de 200 km/h. Un desempeño acorde a su pinta deportiva y el diseño de estilo futurista, que sigue la tendencia estética Bold & Pure de la casa germana. Ya tenemos ganas de conducir el nuevo Opel Mokka GS Line, cuyo precio en Colombia es de $119.990.000, justo en medio de las Crossland y Grandland.
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