El origen del BMW M5: Un deportivo incógnito

BMW 530 MLE E12

Desde su presentación en 1984, el BMW M5 domina el segmento de las berlinas deportivas. Prestaciones de vértigo y un equipamiento de lujo caracterizan un concepto que después muchos imitaron: Ofrecer rendimiento deportivo empacado bajo el aspecto de un auto familiar.

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Aunque el primer BMW M5 (E28) fue presentado en el Salón de Ámsterdam de 1984, BMW M GmbH ofrecía componentes deportivos para la línea de modelos de la marca y algunos vehículos específicos desde tiempo atrás. Uno de estos desarrollos fue la instalación (a partir de 1974) del motor M30 de 3,0 y 3,2 litros (con carburador o inyección, provenientes de los coupés 3.0 CS y 3.0 CSi), en cualquiera de los sedanes de la serie E12.

El paquete se complementaba con una caja de cambios de relaciones más cortas, diferencial trasero, amortiguadores Bilstein, frenos traseros de disco, rines BBS de 14 pulgadas con el logotipo ///M en el centro, banda tricolor en la carrocería, asientos deportivos Recaro y el volante deportivo de tres radios, además de otros extras disponibles.

Este conjunto de mejoras fue conocido extraoficialmente como M530 o M530i y pueden considerarse como los antecesores “indirectos” del M535i, pues pertenecen a la larga lista de vehículos modificados por BMW Motorsport. Sin embargo los accesorios especiales que elevaban el coeficiente deportivo en esta berlina no constituían un modelo de serie, pues fueron vendidos como elementos optativos, por lo cual hace no sean considerados como un posible BMW M5.

Este detalle hace difícil establecer la cantidad de vehículos modificados en los talleres de Múnich, ya que estos E12 “especiales” utilizaban el mismo código de fabricación de la factoría de Dingolfing. Algunas fuentes indican que fueron armadas 895 unidades entre 1974 y 1980.

La prehistoria del BMW M5

En realidad, el primer modelo considerado como un «prólogo» del BMW M5 fue el 530 MLE E12 (Motorsport Limited Edition), del cual fueron fabricadas 216 unidades entre 1976 y 1977, con el fin de cumplir una homologación especial para una categoría de autos de turismo. Estos vehículos fueron ensamblados por la filial sudafricana de BMW, bajo las normas de ese país, pero con el visto bueno de Múnich y el apoyo del preparador Schnitzer.  De hecho, el prototipo fue armado en los talleres de Motorsport.

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A nivel estético, todos los 530 MLE únicamente estaban disponibles en carrocería de color blanco con spoilers delantero y trasero, pasos de rueda ensanchados, insignias y bandas BMW Motorsport, butacas Scheel tapizadas en tela azul navy, volante deportivo y ruedas Mahle de 14 pulgadas. En el apartado mecánico, las principales modificaciones fueron la adición de dos carburadores Zenith al motor M30 de tres litros, frenos delanteros de disco ventilados,  diferencial de deslizamiento limitado y carrocería aligerada (con partes de aluminio o chapa de acero agujereada).

Según registros, sus prestaciones oficiales eran espectaculares para la época: De 0 a 100 km/h en 9,1 segundos y una velocidad máxima de 209 km/h.

En 1979 ocurrió un hecho que marcó la historia de la marca y sería crucial para el nacimiento del BMW M5: se introdujo el supercar M1, demostrando que podía construir deportivos serios. Este espectacular diseño de Giugaro fue el punto de partida de los futuros modelos de la división Motorsport. Por otro lado, el desarrollo mecánico llevó el motor M30 hasta los 3,5 litros de cilindrada, además de otros refinamientos como la inyección de combustible, alcanzando 218 caballos de potencia. Esta planta de poder era la encargada de mover al cupé 635 CSi y al sedán 735i.

BMW se acerca más al M5

Aun así, la gama media de BMW carecía de un auto con características deportivas, lo cual llevó al desarrollo del M535i, considerado como la única versión oficial de la serie E12 desarrollada por Motorsport. Este sedán era ensamblado en la planta de Dingolfing, como los demás Serie 5, y luego terminado a mano en los talleres de Motorsport.

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Entre sus modificaciones se incluye un chasis especial desarrollado por Motorsport, caja de cinco cambios de relaciones cortas, frenos mejorados y amortiguadores Bilstein. La apariencia deportiva fue subrayada con la adición de spoilers y vinilos Motorsport, ruedas BBS de 14 pulgadas, una cabina con asientos deportivos Recaro tapizados en tela o cuero y volante de tres radios en cuero tomado del BMW M1.

Tardaba 7,1 segundos en llegar a 100 km/h y su velocidad máxima era de 224 km/h, prestaciones espectaculares para la época y dignas de cualquier cupé deportivo.

Su producción fue limitada, pues entre 1979 y 1981 se armaron 1.650 vehículos en los talleres de Múnich, de manera exclusiva para el mercado europeo, aunque los destinados al mercado sudafricano se enviaban como kits CKD para ser ensamblados por la subsidiaria sudafricana de la firma en Rosslyn.

Vale la pena aclarar que ninguno de estos M535i E12 fue importado oficialmente a Estados Unidos, ya que el motor M30 de 3,5 litros no se equipaba con catalizador y por tanto no se consideraba apto, según los estándares anti-contaminación estadounidenses. Luego de la serie E12, llegaron los modelos E28, disponibles desde 1981 y caracterizados por tener un diseño más anguloso, acorde con los nuevos tiempos en los que vivía este sedán mediano.

De este punto en adelante la historia del BMW M5 es bastante conocida, pero nunca sobra recordar que este y otros automóviles, venerados en la actualidad por los entusiastas, nacieron gracias a las inquietudes y puntos de vista de algunos ingenieros, directivos o diseñadores, quienes siempre se preguntaron hasta podían llegar impulsados por la pasión y la creatividad.

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